Te abracé en la primera cita, volví a hacerlo en la segunda y no pienso parar de hacerlo hasta que te canses de mí, o me digas que quieres hibernar en el calor de un anillo. Y de seguir así, te seguiré abrazando en las noches más frías, en los otoños más deprimentes, día tras … Sigue leyendo Hasta que no pueda más.