Las luces del pasillo parpadeaban como un miope con los ojos resecos, Marvin no podía recordar cómo ni porqué estaba ahí. Giraba la cabeza hacia ambos lados del anchísimo pasillo del hospital que se perdía en la lejanía, y pensaba qué, si existía alguna emergencia, vería atletas antes que enfermeros. Estrujó sus pocas … Sigue leyendo Manos que abrigan