Enhorabuena, Aaron ha vuelto a escribir algún articulito que otro. —Lamento la ausencia, de verdad— Y qué mejor que volver con alguna crítica que moleste a las masas. Es broma, no creo ser tan fuerte como para generar ese impacto. Subí en mi página de Instagram preguntando y ustedes votaron que les gustaría leerme quejándome.
El otro día tuve la maravillosa oportunidad de ir a ver la película “Annabelle 3: Vuelve a casa”. Y Les digo que sentí mayor incomodad viendo el tráiler de “IT: Capitulo 2” que con la mayoría de esta película. Así que aquí va la crítica, cuidado, lleno de spoilers.
Cumplió una sola expectativa.
Este encabezado dice mucho, no vi las dos anteriores, pero ese martes me miré y leí resúmenes de las dos partes anteriores, enterándome que no había correlación con ellas (más que el pasado de la muñequita). Entonces, ¿Qué esperaba? Ver a los Warren. Lo único que esperaba, y fue así.
La película arranca con una breve entrevista, los Warren charlan con esta familia que ahora tenía la muñeca y en pocos diálogos explican que lo mejor es que ellos se la lleven. Aceptan sin problemas y ya, los Warren tienen la muñeca, —es obvio, si me plantearan lo mismo la suelto antes de que acabe la primer frase—. Seguimos a la pareja viajando por la carretera hasta que dan con un accidente, no pueden pasar y deben desviarse, con tanta suerte que el auto se detiene frente a un cementerio. Hay un par de escenas medio tensas, con algún screamer y Lorraine descubre que más que estar poseída, Annabelle funciona más como un canalizador de espíritus. Apresurando las cosas, ellos llegan a salvo después de arreglar el coche, bendicen la muñeca y la guardan en un estante. Listo, elipsis de un año.
Quizá es muy a lo seguro.
Después de un año los Warren se van de viaje por un caso y vemos como su hija sufre de bullying por culpa de los rumores de sus padres. No quiero enredarme mucho. Vamos al meollo, la niñera de Judy Warren —Hija—, cede al ser manipulada por una de sus amigas y le permite que vaya a visitarles más tarde. Ocurre lo típico, despista a la niñera y a Judy para escabullirse al sótano de los Warren, por querer ver si puede comunicarse con su padre muerto (ya que cree que fue culpa suya que muriera), husmea demasiado y acaba liberando a Annabelle. Y poco a poco va desatándose el quilombo espiritual.
Es cuando se juntan los distintos espíritus que empieza a incomodarme, van muy a lo típico: Hay un hombre lobo, una viuda de vestido de novia, el barquero de las monedas de oro. Cosas típicas que venimos viendo hace añares, con un tinte que trata ser más “tenebroso” nada más, pero flaquea aun así. Estaba también un televisor maldito que me encantó, un juego de mesa maldito del que salían manos, una armadura de samurái y no hicieron nada con ella, —tuvo una sola escena. Que estuvo buena, pero pudo haber sido más—. Sentí que fueron a la segura dándole más protagonismo a historias clásicas que sinceramente, fueron las que menos miedo me dieron. Investigué un poco antes de escribir esto, y no pude encontrar algún otro caso que hubiera pasado antes de la llegada de Annabelle, pero estoy seguro de que alguno otro debió de haber para que enseñaran más garra, digo, el sótano estaba repleto de cosas espirituales. Algo más tenía que haber. “La seguridad va primero” no se aplica a películas buenas.
¿Dónde habrá algún agujero para enterrarlos?
Hablemos de agujeros de guion —hablando plenamente de mi opinión, no soy cineasta ni nada—. Empiezo con lo obvio. He visto El conjuro 1 y 2 y he visto como Lorraine siente cada vez que su hija está en peligro. Y vi como en casi una hora entera, Judy es presa de su propia casa y Lorraine ni siquiera previó eso.
Seguimos con una absurdez, en una escena la amiga de la niñera es poseída y Justo da la posición perfecta: La niñera forcejea con ella para salvar a Judy, quien no sabe qué hacer, porque tiene las manos ocupadas cargando la muñeca y se da cuenta que están justo frente al proyector (que tenía la grabación de su padre exorcizando a alguien puesta), entonces la enciende y Pum, se escucha la voz de la grabación, llamando a viva voz a Dios y toda su grandeza. Entre la voz y la imagen le da de lleno en la cara ya bastó. Exorcizada. Con una grabación. Dejen que el silencio digiera esa situación.
Sinceramente espere todo el rato que la pareja Warren llegara a último momento para contener a la muñeca, pero no pasó. Dos adolescentes forcejeando con la puerta de la caja de cristal y una niña rezando vencieron al demonio, conteniéndolo de nuevo en su lugar.
Cerrando la caja de cristal.
Me pareció entretenida al menos, me gustó el elenco y más el trabajo de Mckenna Grace (Judy). Estaba más como para esas veces que la encontrás bajando en Netflix, o en Space un sábado casero. No para ver al cine, cuanto menos me entretuvo, vuelvo a decir: Lo único que me fascino fueron las escenas que hicieron con ese televisor maldito. El resto estuvo “bien.” Y ya que, le doy, en mi humilde e innecesaria opinión un 1,5/5 porque tiene buenos trabajos de cámara nada más. Ojalá hubiera menos screamers y más tensión hoy en día.
Bueno, sin nada más que decir, me despido lectores, hasta la próxima amiguitos.
Sean felices, Aaron Konrat.
¡Concuerdo en que se fueron a lo seguro! Soy muy asustadizo y casi no me dio miedo (jaja).
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