Arrinconado.
Busco un refugio en mi propio hogar,
Una locura infundada, porque todo
Lo que podía romperme el alma lo tiré:
Até y doblé hasta dejar chiquititas
Tus mentiras;
Borré y taché tus promesas pegadas al corazón,
Regalé a una buena alma tu cachorrito amor;
Y hasta llegué a destilar tus perfumes de mis sábanas,
Sin embargo acá estoy,
Refugiándome en el último rincón de mí casa.
Porque se asoman por la esquina,
Saliendo desde nuestras oscuras profundidades,
La única cosa que nos sobrevivió,
Tener la razón.